Abraido del Rey, pintor de Salamanca

Hay en Salamanca, una interesante vida artística, llevada a cabo por un pintor de la tierra cuyo trabajo aún no está apreciado ni  nacionalmente reconocido. Se trata del artista nacido en Guijuelo en el año 1915 y fallecido en la ciudad de Salamanca en el año 2017 y con el nombre de ANDRÉS ABRAIDO DEL REY.

Desde su juventud destacan sus  aficiones por el arte. Logra ingresar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid)  a donde debe cortar sus estudios temporalmente por la guerra civil. Obtiene su licenciatura en 1942, formándose con Daniel Vázquez Díaz. El onubense marca una profunda huella en la evolución artística de Abraido, desde el punto de vista del cubismo y la pintura realista.

Posteriormente obtiene la plaza de profesor de la escuela de San Eloy en Salamanca. Dicha plaza le da estabilidad económica y la posibilidad de desarrollar plenamente su imaginación.

Abraido y el arte surrealista

Abraido comienza a dibujar y pintar y durante toda su longeva vida va a desarrollar  un arte que entra y sale del llamado de vanguardia. Si bien no tiene un puro cubismo ni una extrema abstracción o se sumerge profundamente en el surrealismo  pero  todos estos estilos son llevados a cabo por este gran pintor que no descuida las nuevas tendencias en el arte contemporáneo aunque  los interpreta a  su manera y no solo eso sino bajo el tema  de su ciudad o los amplía a Castilla.

La etapa del arte del Cómic de Abraido del Rey

Que hay una tendencia hacía lo que es la influencia del comic en su pintura y dibujo, no tenemos duda. Abraido la incorpora pero dibujando personajes que le son cercanos,  que tienen los fundamentos del arte del comic. Otros autores pintaron en USA.  Latas de cerveza o estropajo de brillo, sin embargo en Abraido  hay individuos merendando, boinas o cabezudos que llevan al más puro criticismo.  En estos personajes, muestra un gran dominio de la línea en el dibujo, con una soltura que vale la pena pararse, mirarlos y meditar.  Pocos artistas han desarrollado  este campo como  lo hizo Abraido, con tanta gracia, colorido y soltura.

Arte abstracto del pintor Salmantino

Abraido se impregna también en la parcela del arte abstracto y lo hace con una seguridad y una belleza que da la impresión que ese camino lo ha recorrido toda su vida. Su paleta es clara, valiente  e independiente. Nuevamente el Artista la interpreta a su modo, con el colorido de su ambiente.

Algunos críticos  e incluso de su tierra, le llaman el pintor de las calles y plazas de Salamanca, para convertirlo casi de forma exclusiva en pintor figurativo. Pero el estudio de su obra nos enseña, como ya hemos mencionado, que también hizo su arte abstracto. Sus cuadros, muchos sobre campos de catilla, así nos lo demuestra. Aprovecha la belleza de los campos que le rodean para hacer este otro gran arte. En ellos el color predomina de forma esencial, solo existe luz y color, pero es la luz del cielo y el campo de la castilla labradora, la que prepara sus distintos colores para que Abraido los plasme en sus abstracciones. Cuanta originalidad hay en ellos. Ahora bien a diferencia con las abstracciones mucho más universales, ( geométricas, expresivas etc..) en estas no hay frío, no hay soledad hay  calor y  hay luz. Esta diferencia le da una originalidad a este Artista sobre aquellos que no han tenido ese sexto sentido: el amor por su tierra ( Figura:  campo de amapolas,  campos de catilla etc..)

Arte Vanguardista

Que es un pintor figurativo, no hay duda, pero dentro de un estilo realista. La mayor parte de su obra es realista, pero siempre adaptada a las nuevas tendencias. Por ejemplo en el cuadro de Abraido de la pintura de la flor de Amarilis  realizado en Mayo de 1958, ya no hay perspectiva, no hay fondo tridimensional, hay vanguardismo. Recuerda las imágenes japonesas. Solo la parte superior de la maseta y el poyete sobre la que esta asienta, le dan una pequeña profundidad al cuadro. Igualmente ocurre con sus famosos bodegones, donde plasma de forma magistral la sencilla figura de naranjas, cebollas, ajos, membrillos, granadas o manzanas.

Realismo Social

El realismo identifica arte y realidad  y Abraido así lo hace pero desde un punto de vista social, es decir sería un REALISMO SOCIAL cuando pinta sus calles, plazas y costumbres de la gente de su tierra salmantina.

En ellas no hay frialdad, no son las figuras frías que se reflejan sobre un espejo, Abraido representa causas naturales sin que haya intervención eclesiástica ni heroica. Todas ellas hablan, tienen alma.

En resumen un gran artista que tocó la mayoría de los estilos de su época con gran éxito, sobre todo el realismo social y por todo ello  debe estar entre los grandes de su generación. Este escrito tiene como ideal no solo resaltar la figura y el arte de este pintor salmantino sino también de disipar la niebla o romper el hielo  que existe sobre su obra.